martes, 28 de septiembre de 2010

DESPUES DEL 26 DE SEPTIEMBRE

DESPUES DEL 26 DE SEPTIEMBRE

Por: Dr. Álvaro F. Albornoz P
Doctor en Derecho Constitucional
Profesor Universitario
dr.alvaroalbornoz@gmail.com
Como lo había señalado en mi análisis previo a las elecciones, la realidad de Venezuela solo podía ser estudiada después del proceso de las parlamentarias del 26 de septiembre, ya que ese evento iba a configurar una nueva situación socio política.
En efecto, se realizaron las elecciones con una participación de más del 66% de los electores y los resultados fueron gratamente sorprendentes, debido a que a pesar de las trampas del régimen, del control absoluto que ejerce sobre el CNE, de los abusos y violaciones a la ley que hubo durante la campaña, de las intimidaciones y agresiones al electorado, de los retrasos y maniobras para impedir el voto de cientos de personas, a pesar de que el primer boletín oficial de resultados se dio casi a las tres de la madrugada, levantando sospechas y suspicacias y a pesar del fraude legal que hizo el gobierno al aplicar el método salamandra o “gerrymandering” para la nueva distribución de las circunscripciones electorales; sin embargo la oposición democrática obtuvo más del 52% de los votos populares y pudo obtener 65 diputados. Si no se hubiese modificado la Ley Orgánica de Procesos Electorales, la oposición hubiese obtenido 86 diputados y no 65; y el gobierno habría obtenido 79 diputados y no 98.
Esta extraña e injusta situación es igual a que en un partido de futbol un árbitro decida que los goles del adversario valen 10 puntos y los nuestros solo valen 5 puntos.
Fue una verdadera proeza por parte de los venezolanos que no están de acuerdo con el sistema comunista que se quiere imponer en el país y que optaron por una Asamblea plural como debe ser en toda democracia.
Es así como esta nueva composición del Parlamento venezolano hace que se puedan frenar algunas iniciativas legislativas que no sean convenientes a los intereses nacionales e impide además que el partido oficialista pueda nombrar a los titulares de los otros poderes a su antojo.
Ahora el régimen ya no tendrá una Asamblea de focas sumisas que solo aplaudan sus locuras, sino que será un órgano donde se tengan que discutir y debatir las cosas, donde exista una mayor contraloría por parte de la sociedad y donde se pueda ejercer una mayor presión sobre el gobierno de Chávez a fin de obstaculizarle su plan de destrucción nacional.
Los 65 diputados de oposición tendrán el reto de quebrarle la mayoría simple al gobierno y hacer que varios de ellos “brinquen la talanquera” y se unan a la bancada democrática. Esto es muy factible que ocurra, porque si en la actual Asamblea que era 100% chavista, terminaron pasándose a la oposición alrededor de 20 diputados, con más razón en la nueva Asamblea al haber 65 diputados opositores, los chavistas tendrán menos miedo de cambiarse.
Esta elección es de suma importancia para el país porque en la Asamblea Nacional se hacen las Leyes nacionales, se proponen enmiendas y reformas a la Constitución, se controla al gobierno y la administración pública nacional, se decretan amnistías, se discute y aprueba el presupuesto nacional, se autorizan créditos adicionales al presupuesto, se autoriza al Presidente para celebrar contratos de interés nacional, se da voto de censura al Vicepresidente y a los Ministros, se autoriza el empleo de misiones militares venezolanas en el exterior o extranjeras en el país, se autoriza el nombramiento del Procurador General de la República y de los Embajadores, se vela por los intereses y autonomía de los Estados, se autoriza la salida del Presidente de la República del territorio nacional por más de cinco días, se aprueban por Ley los tratados internacionales, se aprueba la declaratoria de incapacidad física o mental del Presidente de la República, se autoriza el enjuiciamiento del Presidente de la República, y se califica el abandono del cargo por parte del Presidente de la República como falta absoluta; entre otras cosas.
Entrando en los números, son 165 diputados que conforman la Asamblea Nacional, por lo que la mayoría simple, se logra con 83 bancas (PSUV las obtuvo). Con esta mayoría se aprueban las Leyes Ordinarias, las iniciativas para enmendar y reformar la Constitución y otras materias específicamente mencionadas en el texto constitucional, como aprobar la declaratoria de incapacidad física o mental del Presidente de la República, autorizar el enjuiciamiento del Presidente de la República y calificar el abandono del cargo por parte del Presidente de la República como falta absoluta; además de elegir la junta directiva de la Asamblea Nacional.
Con la mayoría calificada de las dos terceras partes, es decir 110 diputados, se aprueban las Leyes Orgánicas, se aprueba la designación de los Magistrados en el Tribunal Supremo de Justicia, el Fiscal General de la República, el Defensor del pueblo, el Contralor General de la República, los Rectores del Consejo Nacional Electoral; y se convoca a una Asamblea Nacional Constituyente.
Con la mayoría calificada de las tres quintas partes, es decir 99 votos, se aprueban las Leyes Habilitantes (Ley que autoriza al Presidente de la República para dictar Decretos con Fuerza de Ley en las materias que se delegan) y se le da el voto de censura al Vice Presidente de la República y a los Ministros e incluso se puede destituirlos.
Por lo que la oposición no podrá, por ahora, modificar o derogar las leyes dictadas por el régimen chavista; pero si podrá impedir que se sigan haciendo o reformando leyes orgánicas inconvenientes para el país y también puede impedir que se le siga habilitando a Chávez para que legisle por vía de Decretos-Leyes, a menos que el régimen compre los votos del partido Patria Para Todos (PPT) que obtuvo 2 diputados, lo cual le daría mayoría calificada de las 3/5 partes.
Asimismo, puede la oposición obligar a negociar al régimen para el nombramiento de los titulares de los demás poderes (Judicial, Ciudadano y Electoral) a fin de que se designen a personas idóneas y no a vasallos de Chávez, ya que se necesitan 110 votos para hacer estos nombramientos.
Igualmente puede la oposición reclamar y dejar al descubierto ante la opinión pública todas las barbaridades que se cometen en el proceso de elaboración de leyes y fijar su posición con respecto al contenido de las mismas.
Puede presentar mociones para que se discutan problemas graves del país y para denunciar irregularidades del gobierno y aunque a lo mejor no se aprueben, sin embargo todo el país se enterará de lo ocurrido.
En fin, ha sido un logro importante el haber recuperado 65 escaños parlamentarios para comenzar a hacer una fisura institucional al régimen cleptocrático de Chávez y seguir animando al despertar del pueblo.
La tarea no es fácil y hay que seguir luchando por recuperar la democracia y libertad perdida en Venezuela, y para eso los diputados de oposición electos deben trabajar como un solo bloque y bajo una misma fracción parlamentaria que le de coherencia a sus posiciones e intervenciones.
Por otra parte, la oposición democrática debe profundizar su trabajo en aquellos estados o zonas del país donde no fue favorecida con el voto popular con un plan intenso de actividades y visitas de sus líderes más prominentes para lograr convertirse en mayoría en esas regiones también.
Pero no podemos cantar victoria antes de tiempo. Sabemos que nos enfrentamos a un régimen corrupto y autócrata que no tiene escrúpulos a la hora de actuar y que va a hacer todo lo posible para impedir la labor de nuestros diputados.
El régimen comunista en estos tres meses que faltan para que tomen posesión de sus cargos los nuevos diputados, acelerará la aprobación de leyes que consoliden sus nefastos propósitos y que terminen de destruir lo poco que queda de país. Además, impedirá a los nuevos representantes acudir a la sede del Parlamento con sus hordas de asesinos a sueldo que rondan el Palacio Legislativo y en fin algo inventarán, al mejor estilo de lo que le hicieron al alcalde Ledezma, para que no puedan ejercer sus funciones como lo quiso el pueblo.
Como conclusión, debemos luchar por modificar el perverso sistema de elección que no representa a la verdadera voluntad de la ciudadanía y que significa un fraude a la soberanía popular. Se debe abolir la redistribución de los circuitos electorales que hizo arbitrariamente el régimen para verse favorecido, aún perdiendo en votos.
Por lo que también podemos concluir que de una Asamblea ilegítima como la actual que solo fue electa por el 8% del electorado del país y cuyos resultados oficiales nunca fueron publicados por el Consejo Nacional Electoral, pasamos a una Asamblea Nacional que tampoco es representativa de la voluntad popular en virtud del fraude legal que hizo el gobierno y su método de la salamandra, y lo peor del caso es que esta nueva Asamblea legislará, en principio, hasta el 2015, siendo el Parlamento del Presidente que se llegue a elegir en el 2012, en caso de darse esas elecciones.
La lucha continúa, de no tener diputados ahora tenemos 65, y no se puede descartar ninguna otra vía constitucional y democrática para terminar con esta pesadilla que hoy ahoga a los venezolanos, que ha generado un éxodo masivo y que tiene convertida a Venezuela en una de las peores economías del mundo.

viernes, 17 de septiembre de 2010

LAS ELECCIONES PARLAMENTARIAS EN VENEZUELA

LAS ELECCIONES PARLAMENTARIAS EN VENEZUELA
Por: Dr. Álvaro F. Albornoz P.
Doctor en Derecho Constitucional
17 de septiembre de 2010

Faltan pocos días para que se celebren las elecciones parlamentarias en Venezuela. Se elegirán 165 diputados a la Asamblea Nacional (antiguo Congreso Nacional) y 12 diputados al Parlamento Latinoamericano. Será un día histórico y trascendente para todos los venezolanos porque de esa elección puede depender el futuro del país y que se comience a detener la instauración del comunismo.
Será un día difícil por muchas razones. Una de ellas es que el fantasma del fraude electoral siempre estará presente y por eso los venezolanos no confiamos en el Consejo Nacional Electoral, ya que es un ente absolutamente parcializado con el régimen que destruye a la nación.
Se irá a votar con un registro electoral totalmente viciado donde, según los expertos, existen entre 3 millones a 5 millones de electores virtuales. Se irá a votar con un sinnúmero de personas con 3 y hasta 5 cédulas falsas que le permiten suplantar a electores y votar por ellos. Se irá a votar bajo un proceso totalmente desigual donde el régimen abusa del poder utilizando los recursos públicos para su campaña electoral y para beneficiar a sus nefastos candidatos. Se irá a votar en un proceso donde el Teniente Coronel encadena a diario y por muchas horas a las emisoras de radio y televisión para engañar al pueblo y distorsionar la realidad. Se irá a votar a sabiendas de que el resultado, de ser favorable a la oposición, no será reconocido por el señor Chávez o a sabiendas de que el régimen obstaculizará por todos los medios posibles la gestión de los diputados demócratas tal como ya lo ha hecho con el Alcalde Antonio Ledezma y con todos los Gobernadores de oposición. Se irá a votar a sabiendas que las máquinas de votación son totalmente vulnerables y controlables por el régimen, quien tiene bajo su poder a la CANTV y al CNE.
Sin embargo; la mayoría decidió ir a votar y confiar en Dios en que puede ser una oportunidad para comenzar a salir de la pesadilla en que vivimos. La gente quiere salir democráticamente de este atolladero y no permitir un río de sangre como desea el régimen del terror que gobierna al país. La gente tiene miedo a utilizar otras vías de lucha porque saben que la dictadura nos aniquilaría sin rubor con todas las armas de guerra que ha comprado y repartido en sus milicias y seguidores. Sabemos que las Fuerzas Armadas perdieron su dignidad y que no nos defenderán ante los atropellos del régimen. Por eso el pueblo se siente desamparado y desesperado en esta difícil lucha, donde ni siquiera contamos con los organismos internacionales ni gobiernos extranjeros, quienes se hacen la vista gorda ante las gravísimas y reiteradas violaciones de derechos humanos que ocurren en Venezuela y quienes prefieren no entrometerse a cambio de jugosos cheques producto de nuestra riqueza petrolera que es ilegalmente utilizada para estos fines.
Así que, como la decisión mayoritaria ha sido votar y cambiar a la vergonzosa Asamblea Nacional, el próximo 26 de septiembre puede plantear diversos escenarios:
El primero, que gane la oposición y obtenga mayoría calificada, lo cual la facultará para tomar decisiones trascendentes que permitan desmontar el sistema totalitario y hegemónico que ha impuesto Chávez. Este sería el escenario ideal.
El segundo escenario es que gane el partido de gobierno y no permitan que se desmonte el sistema comunista que se ha venido diseñando. Pero siempre habrán diputados de oposición que se podrán convertir en piedritas en el zapato para hacerles menos fácil la tarea al régimen. Muchos dicen que es preferible tener algunos diputados que no tener ninguno. Además, estos diputados tendrán la labor de convencer a los diputados electos por el chavismo de que salten la talanquera y se unan a la oposición. Si en la actual Asamblea que era 100% roja rojita se le voltearon a Chávez casi 20 diputados, seguramente en una nueva Asamblea que tenga entre 70 y 80 diputados de oposición, que es lo menos que puede obtener, los saltos de bando serán aún mayores y más rápidos.
Pero nada será tan fácil. Hay que recordar que quien gobierna al país no es un demócrata ni una persona civilizada y que hará todo lo que esté a su alcance para perpetuarse en el poder y para seguir manteniendo su hegemonía. Esperemos que los diputados que salgan electos o que el régimen permita que salgan electos, sean hombres y mujeres valientes, con principios morales sólidos y que tengan el coraje necesario para enfrentar sin miedo al totalitarismo cleptocrático de Chávez y sus secuaces.
Este segundo escenario puede ser producto de un mega fraude y en ese caso nace el derecho al desconocimiento de las elecciones y su impugnación ante los organismos nacionales e internacionales e inclusive el derecho a la rebelión civil legitimada de que hablaba Santo Tomás de Aquino.
De manera que los análisis de la situación política de Venezuela se deben hacer a partir del 27 de septiembre, cuando ya se tenga claro el panorama de la conformación de la Asamblea Nacional; aunque estos nuevos diputados asumen sus cargos en enero de 2011 y en esos 3meses de ínterin puede ocurrir cualquier cosa por parte del siniestro régimen.
Por ahora ya el país decidió que va a votar el 26 de septiembre. Esperemos que se defienda con dignidad un eventual triunfo si nos es arrebatado y que los diputados electos no vendan su conciencia al régimen.
Sin embargo, para salir de esta penosa situación es necesario que todos nos unamos y hagamos un consenso en los métodos y estrategias, porque mientras estemos dispersos y cada quien con una estrategia diferente será más difícil la salida.
La mayoría de los venezolanos queremos que termine esta pesadilla y deseamos que en Venezuela exista Paz, Democracia, Libertad y Progreso. Pero hay un sector que busca solo la vía electoral como método; otro sector que busca vías violentas; otro sector que busca vías internacionales; otro sector que propicia la desobediencia civil, otro sector que exige la renuncia de Chávez, etc. Y lo peor es que cada sector descalifica al otro y lo insulta por no compartir la misma estrategia. Es decir, que aún teniendo todos el mismo objetivo, cada grupo tiene una estrategia y un método diferente y por eso el resultado no ha sido positivo o favorable. Cuando todos logremos un consenso y trabajemos juntos en una sola estrategia o que todos trabajemos en todas las estrategias alternativamente o simultáneamente, ese día lograremos el objetivo común. Y ahí radica la verdadera unidad. Mientras tanto es importante que no existan peleas entre los que tenemos el mismo objetivo. Nuestros adversarios son otros.
Que Dios bendiga a Venezuela y la libre de tanta maldad!