domingo, 5 de octubre de 2025

Carta Abierta al Partido Nacional y Partido Liberal de Honduras.

CARTA ABIERTA A LA DIRIGENCIA DEL PARTIDO NACIONAL Y DEL PARTIDO LIBERAL Honduras, octubre de 2025 A los líderes de las dos grandes columnas históricas de la democracia hondureña:el Partido Nacional y el Partido Liberal. La historia de Honduras se encuentra en un punto de quiebre. El próximo 30 de noviembre no se juega una elección más: está en juego la supervivencia de nuestra democracia, la libertad de nuestros hijos y la posibilidad de construir un país digno, justo y en paz. El partido de gobierno, LIBRE, no es un adversario político más. Es el brazo ideológico de un proyecto autoritario internacional que, bajo el disfraz de justicia social, busca instaurar en Honduras el mismo modelo que ha destruido el Estado de Derecho en Cuba, Venezuela y Nicaragua. Su estrecha alianza con el régimen de Nicolás Maduro y con el cártel de los soles representa una amenaza directa a nuestra soberanía, a nuestras instituciones y al futuro de la nación. Hoy, las encuestas muestran números prácticamente iguales entre los candidatos de oposición y el oficialismo. Es decir, el resultado de la elección dependerá de cada voto, de cada ciudadano y, sobre todo, de la capacidad de la oposición para unirse. Pero también debemos ser realistas: LIBRE no juega limpio. Sus operadores electorales están siendo asesorados por el régimen venezolano, experto en fraudes y manipulación electoral, como se evidenció recientemente en Venezuela, donde le arrebataron el triunfo al candidato Edmundo González Urrutia. Ese mismo modelo de fraude y control institucional se intenta replicar en Honduras. A ello se suma una preocupación aún mayor: las Fuerzas Armadas han sido politizadas y contaminadas, y existen indicios de que podrían interferir nuevamente en el proceso electoral, como ya lo hicieron en las elecciones Primarias, donde impidieron y obstaculizaron el derecho al voto de muchos hondureños. Si esas prácticas se repiten en noviembre, el resultado será una elección viciada y una democracia herida de muerte. Frente a este panorama, la división entre el Partido Nacional y el Partido Liberal sería un suicidio político y una traición histórica. Divididos, perderemos la elección y el país, pues el fraude se impondrá sobre la voluntad popular. Unidos, podemos rescatar a Honduras. Por eso, hago un llamado urgente, sincero y patriótico a ambas dirigencias: 1. Que dejen a un lado los intereses personales y partidarios. 2. Que convoquen a un acuerdo histórico de unidad nacional, con un solo candidato presidencial de consenso, respaldado por liberales y nacionalistas. 3. Que comprendan que hoy no se trata de quién gobierna, sino de salvar a Honduras de la oscuridad del autoritarismo. Este no es el momento de la ambición ni del cálculo electoral. Es el momento de los estadistas, de los constructores de consensos, de los patriotas que ponen la nación por encima del partido. Honduras necesita líderes que comprendan que la bandera azul y la bandera rojo-blanca deben unirse bajo la bandera de las cinco estrellas, la de todos los hondureños. La disyuntiva es clara: Unidad o tiranía. Consenso o sometimiento. Patria o colonia ideológica extranjera. El pueblo hondureño no perdonará a quienes, por mezquindad o egoísmo, entreguen el país al socialismo autoritario. La historia será implacable con los que callen o dividan en esta hora decisiva. O nos unimos para rescatar la democracia, o la democracia será arrasada. O levantamos juntos la bandera de la unidad, o el socialismo radical enterrará nuestra libertad. El llamado es claro, la responsabilidad es inmensa y el tiempo apremia. ¡Es la hora de la unidad, o será la hora de la ruina! Con preocupación, esperanza y profundo amor por Honduras, Dr. Álvaro Albornoz Doctor en Derecho Constitucional