28 DE JUNIO DE 2009:
FECHA HISTORICA PARA HONDURAS Y EL MUNDO
Por: Dr. Álvaro F. Albornoz P.
Doctor en Derecho Constitucional
Profesor Universitario Venezolano
El 28 de junio de 2010 se cumple un año de ese hecho trascendental e histórico que dejó al mundo perplejo, ocurrido en un país pequeño territorialmente hablando y que muchos ni conocían, pero del cual hoy día todo el planeta habla y conoce.
Lo que sucedió el 28 de junio de 2009 en la gran HONDURAS despertó la esperanza y la emoción en millones de ciudadanos que son oprimidos por los gobernantes de sus países y que no encuentran la manera de dar término a esos regímenes autoritarios y despóticos. HONDURAS se constituyó en una antorcha de libertad dentro de la oscuridad por la que atraviesan varios países de Latino América.
HONDURAS dio una clase magistral de derecho constitucional al aplicar con rigurosidad el principio de separación de poderes del que habló Montesquieu, y que está consagrado en la Constitución Nacional.
Mientras en otros países este principio constitucional es pisoteado y violado al extremo vergonzoso de la sumisión absoluta de todos los poderes al Presidente de la República; en cambio en HONDURAS los poderes públicos demostraron decencia, rectitud, valor, dignidad y sobre todo apego estricto a la Constitución y con el apoyo de las institucionales Fuerzas Armadas Nacionales lograron restablecer el Estado de Derecho y salvar la democracia, que estaba en peligro por las actuaciones irresponsables e ilícitas del ex presidente Manuel Zelaya; quien pretendía establecer de manera ilegal una Asamblea Nacional Constituyente para implantar la reelección indefinida y poder perpetuarse en el poder, siguiendo al pie de la letra la nefasta receta de Hugo Chávez.
El ex presidente Zelaya, pretendía llevar a cabo una consulta popular que solo podía ser tramitada y dirigida por el Tribunal Supremo Electoral, único órgano competente para realizar procesos electorales. Además se negó a acatar y cumplir diversas órdenes judiciales que le prohibían seguir adelante con la convocatoria ilegal de esa consulta; llegando al colmo de ingresar abruptamente a la Fuerza Aérea de Honduras para sacar el material electoral, cometiendo un acto indigno de un Presidente de la República.
Los poderes públicos no podían permitir tantas violaciones juntas a la Constitución Nacional ni tantos atropellos por parte del Presidente, quien no tiene facultades para actuar arbitrariamente ni mucho menos para violar las leyes; y en este sentido, el Ministerio Público interpuso las acciones correspondientes contra el ex presidente Zelaya, las cuales fueron debidamente tramitadas por los órganos judiciales dando como resultado una orden de arresto dictada por la Corte Suprema de Justicia, la cual hizo efectiva las Fuerzas Armadas Nacionales, quienes para evitar derramamientos innecesarios de sangre y un mal mayor, decidieron trasladar al señor Zelaya a Costa Rica, respetándole todos sus derechos e integridad física. Aunque, después, como parte de un show mediático, Zelaya se colocara una pijama cuando dio sus primeras declaraciones, cuando en realidad salió del país con ropa formal y maletas, incluso hasta con la tarjeta de crédito presidencial, de la cual se dice que gastó 80.000 dólares en una semana.
Mientras tanto, de conformidad con el artículo 239 de la Constitución, el señor Zelaya había cesado en el ejercicio del cargo de Presidente por haber promovido la reelección presidencial, violando el principio de alternabilidad férreamente garantizado por la Carta Magna, además de haber incurrido en el delito de traición a la Patria, tal como lo establece el artículo 4 constitucional.
Al ocurrir, la falta absoluta del cargo del Presidente, había que cubrir esa falta y designar al Presidente interino y de acuerdo a lo establecido en el artículo 242 de la Ley Suprema, y ante la ausencia de designados o vicepresidentes, le correspondía asumir el cargo al Presidente del Congreso, quien para la fecha era Don Roberto Micheletti Baín.
Es así como el Congreso Nacional inviste con el carácter de Presidente de la República a Roberto Micheletti, quien le correspondió la difícil tarea de culminar el período de gobierno y de garantizar la realización de las elecciones generales convocadas previamente por el órgano electoral competente para el 29 de noviembre de 2009. Elecciones que por cierto no tenían los recursos para llevarse a cabo en virtud de que el ex presidente Zelaya no le había transferido el dinero que correspondía; lo que es prueba fehaciente de sus oscuras intenciones.
El mundo, enceguecido por la propaganda de países comunistas que transmitían cadenas televisivas como TELESUR y CNN, no se detuvieron a leer la Constitución de HONDURAS ni a analizar los antecedentes ni la conducta de Zelaya sino que condenaron irracionalmente los acontecimientos y se pusieron de lado de la persona que pretendió acabar con la democracia y el Estado de Derecho en esta nación centroamericana. Insólitamente todavía muchos periodistas continúan llamando golpe de Estado a lo ocurrido en HONDURAS, mostrando una crasa ignorancia.
Mientras en HONDURAS la inmensa mayoría del pueblo se encontraba feliz y en paz por haber terminado con la pesadilla que representaba Zelaya, estos canales de televisión hacían ver una guerra y una mortandad que solo existió en las mentes perversas de los ideólogos que se encontraban detrás del maléfico plan para apoderarse de HONDURAS.
Al mismo tiempo, Hugo Chávez enfilaba todas sus baterías para atacar a HONDURAS y para restituir a Zelaya en el poder a fin de garantizar su plan hegemónico internacional. Fue así como, con su petrochequera, logró que la Organización de Estados Americanos y luego la Organización de Naciones Unidas se pronunciaran en contra de las decisiones soberanas y legítimas que se habían tomado en HONDURAS.
En este sentido se hizo un cerco económico como producto del aislamiento internacional brutal al que fue sometida la tierra de Morazán; en perjuicio del pueblo hondureño y en un abierto atentado contra la democracia.
Un grupo de países con presidentes autoritarios y comandados por Hugo Chávez, considerado por la revista Foreign Policy entre los 23 peores tiranos del mundo; pretendieron arrinconar a HONDURAS, a sus instituciones y a su pueblo para acabar con su democracia y su libertad, incluso, llegando a amenazar hasta con una invasión militar.
Sin embargo, estos presidentes no contaron con la dignidad y patriotismo del pueblo hondureño ni con su firme creencia en Dios; y es así como se estrellaron contra un muro de contención que no permitió cristalizar los sueños hegemónicos de un tirano tropical.
La unidad monolítica de todas las instituciones del Estado (Corte Suprema de Justicia, Congreso Nacional, Comisionado Nacional de Derechos Humanos, Fiscalía General de la República, Procuraduría General de la República, Tribunal Superior de Cuentas, Tribunal Supremo Electoral, Fuerzas Armadas Nacionales y la presidencia ejercida por Roberto Micheletti); de todas las Iglesias (principalmente Católica y Evangélica), de todos los partidos políticos democráticos (Partido Liberal, Partido Nacional, Democracia Cristiana y PINU), de toda la sociedad civil y de los medios de comunicación social hondureños, hizo posible que Honduras se enfrentara al mundo hostil y lo venciera.
Es así como, contra viento y marea, se celebran las elecciones generales que habían sido previamente convocadas mucho antes del 28 de junio de 2009, siendo el proceso electoral más concurrido y más transparente que haya tenido HONDURAS.
Estas elecciones del 29 de noviembre de 2009, fueron convocadas por el órgano competente como lo es el Tribunal Supremo Electoral. Se realizaron en el tiempo previsto por la Constitución y leyes de la República. Participaron todos los partidos políticos que hacen vida legal en HONDURAS. Fueron observados por más de 400 observadores internacionales. Tuvieron la más alta participación de votantes y todos los candidatos y partidos reconocieron los resultados. Es decir, se trató de un proceso electoral absolutamente legítimo y legal que no tiene sospecha alguna de fraude, como si lo tienen las elecciones venezolanas, por ejemplo.
Durante la crisis creada por los actores internacionales y medios de comunicación extranjeros, el ex presidente Zelaya logró ingresar clandestinamente al territorio hondureño y se refugió en la Embajada de Brasil, desde donde incitó a la rebelión, a la guerra y a la lucha fratricida entre compatriotas, sin tener el más mínimo respeto por la vida humana. Gracias a Dios sus llamados bélicos no fueron atendidos por la población, quienes en una abrumadora mayoría apoyaban a su Presidente Constitucional Don Roberto Micheletti y repudiaban la conducta de Zelaya.
En consecuencia, lo sucedido el 28 de junio de 2009 no puede catalogarse jamás como un golpe de Estado ya que no hubo un asalto del poder por parte de los militares; sino que por el contrario estos actuaron en cumplimiento de una orden judicial de la Corte Suprema de Justicia. Tampoco hubo derramamiento de sangre ni muertos en la ejecución de esa orden. Asimismo, los militares no asumieron el gobierno, ni se disolvieron los poderes públicos. Más bien, todas las instituciones del Estado permanecieron incólumes y en perfecto funcionamiento. Se nombró a un Presidente interino conforme a la letra exacta de la Constitución, quien jamás pretendió quedarse en el poder, a pesar de tener todo el apoyo popular para hacerlo.
El Presidente interino garantizó la realización de las elecciones democráticas, tal como estaban previstas y logró que los hondureños pudieran elegir un nuevo Presidente conforme al principio de alternancia en el poder. Gracias a la actitud firme y decidida de las instituciones del Estado hoy HONDURAS tiene un nuevo Presidente, porque de lo contrario hoy estarían viviendo la tragedia que sufre el pueblo venezolano con todas sus nefastas consecuencias de opresión, persecución, miseria, hambre, corrupción, presos políticos, desabastecimiento, confiscaciones, falta de luz y de oportunidades.
Durante la crisis se realizó un informe por parte de la Sección Jurídica de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos que estableció que no hubo golpe de Estado, sino que todo se hizo de acuerdo al ordenamiento jurídico interno. Lo mismo dijo un informe de la Secretaría General de las Naciones Unidas, que fue escondido posteriormente.
Pocos países asumieron posiciones valientes y apoyaron a HONDURAS en estos momentos tan dramáticos, como lo fueron Israel, Colombia, Panamá y Taiwán; sin embargo no hicieron escuchar su voz de manera firme y contundente en el concierto internacional de naciones; sino que prefirieron un apoyo discreto y silencioso. Esta situación es alarmante ya que existen un grupo de países con gobernantes autoritarios y violadores de derechos humanos que actúan como una jauría para imponer su ideología y oprimir a los pueblos, mientras que los países democráticos actúan de manera individual y sin apoyo de los demás, lo que los hace débiles frente al enemigo.
Podemos concluir que lo que sucedió el 28 de junio de 2009 fue el acontecimiento político más importante del siglo XXI y que constituyó un golpe pero al comunismo, a la corrupción, a la eternización en el poder, al narcotráfico, a Hugo Chávez, a la injerencia indebida, en eso consistió el golpe. Pero en realidad, significó la más acabada obra de la Teoría de la Separación de los Poderes Públicos proclamada en el Espíritu de las Leyes de Montesquieu.
Al cumplirse un año de esa fecha gloriosa y libertaria, los hondureños piden respeto a su soberanía y a su Constitución por parte de la comunidad internacional y piden honestidad y transparencia a sus autoridades internas y que se apliquen las reformas y planes necesarios para disminuir la pobreza, mejorar la educación y la salud, incentivar el turismo y acabar con la corrupción.
Los hondureños también piden que el gobierno propicie el desarrollo de las actividades económicas internas para ser autosuficiente y no depender de las ayudas internacionales, y de esta manera poder darse a respetar y no dejarse chantajear.
Se cumple un año de esa fecha histórica para la humanidad que deja como lección irreductible que ningún Presidente está por encima de la Constitución y las leyes ni mucho menos tiene un cheque en blanco para delinquir y quitarle la libertad a un pueblo, y si se le ocurre hacerlo, se tendrá que atener a las mismas consecuencias que vivió Manuel Zelaya.
Por eso el 28 de junio debe decretarse como el día de la libertad y la democracia, el día en que un pueblo digno y valiente no se dejó imponer un régimen comunista contrario a la dignidad humana.
domingo, 27 de junio de 2010
viernes, 4 de junio de 2010
EL REGRESO DE ZELAYA
EL REGRESO DE ZELAYA
Por: Dr. Álvaro F. Albornoz P.
Doctor en Derecho Constitucional
catrachovenezolano@gmail.com
En Honduras hay toda una discusión en torno al regreso del ex presidente Zelaya al país; y eso hace necesario plantear algunas consideraciones al respecto.
Una vez que Zelaya fue dejado en Costa Rica por las gloriosas Fuerzas Armadas hondureñas para evitar un mal mayor y preservar la democracia, tal como ya fue decidido por la honorable Corte Suprema de Justicia de Honduras, el ex presidente se empeñó en regresar al territorio catracho por todas las vías posibles hasta que pudo hacerlo por vías irregulares, como ingresa el contrabando, pudiendo entrar a la Embajada de Brasil, desde donde hizo llamados a la guerra civil y a la anarquía; los cuales gracias a Dios, no fueron atendidos por el pueblo que solo quería vivir en paz y libertad.
Al no lograr sus objetivos terroristas, Zelaya pidió que lo sacaran de Honduras, petición que fue cumplida por el actual Presidente Porfirio Lobo, y fue trasladado a República Dominicana donde se aloja cómodamente con todos los lujos y privilegios propios de un huésped de honor.
Luego, Zelaya fue nombrado por el Teniente Coronel Hugo Chávez como comisionado político de PETROCARIBE, donde, según las informaciones no desmentidas que circulan por internet, percibe un sueldo de 20.000 dólares y disfruta de un avión privado, tarjetas de crédito y viáticos. Es decir, que la suntuosa vida que lleva Zelaya es financiada con el dinero que le dejan de dar a los pobres venezolanos y que dejan de ser invertidos en hospitales, escuelas, calles e infraestructura en la hambrienta Venezuela que ni los alimentos básicos está produciendo.
Ahora el ex presidente del sombrero exige regresar a Honduras, después de haber exigido salir, pero quiere regresar sin rendirle cuentas a la justicia hondureña donde tiene pendientes varios juicios penales incoados por el Fiscal General de la República.
El comandante vaquero pretende estar por encima de la Constitución y las leyes de Honduras y todavía no se da cuenta que justamente por esa actitud que practicaba cuando era Presidente, es que fue defenestrado constitucionalmente de su cargo.
Los países comunistas de América que todavía no han reconocido al legítimo gobierno de Porfirio Lobo, exigen el retorno de Zelaya a Honduras como condición para otorgar el reconocimiento. Y ante tal petición, el Presidente Lobo accedió e incluso propuso ir a buscar personalmente a Zelaya para llevarlo a Honduras, con todas las garantías de respeto a sus derechos humanos.
Sin embargo, Mel Zelaya rechazó la proposición porque sabe que va a tener que enfrentar la justicia y responder por sus acciones. El quiere que le anulen todos los juicios sin venir a defenderse, como si eso fuese posible en un Estado de Derecho.
En definitiva, se trata de otro show del ex presidente quien no se cansa de ser el centro de atracción y quien quiere ser siempre el titular de los periódicos. En realidad, Zelaya no quiere ir a Honduras porque no le conviene.
Zelaya sabe que si entra a Honduras debe afrontar los juicios incoados en su contra, ya que existen poderes autónomos e independientes cumplidores de sus obligaciones constitucionales. Además, al ingresar, ya no podrá seguir con su “viajadera” por el mundo haciéndole daño a Honduras al inventar sus fábulas y mentiras sobre la realidad de esta nación.
El ex presidente Zelaya está consciente que no cuenta con apoyo popular ni liderazgo suficiente para poder seguir practicando la política en Honduras y que será ignorado y rechazado por la mayoría de la población y por los medios de comunicación, quienes lo consideran una mancha negra en la historia de Honduras, una página que ya se pasó, una experiencia desagradable que no se quiere repetir nunca más.
Zelaya sabe que es imposible volver al poder y quiere seguir mostrándose como un mártir por el mundo, quiere seguir viajando con el dinero de los venezolanos para despotricar de Honduras y de su gobierno. En realidad, la estrategia del comunismo internacional es desestabilizar el gobierno de Pepe Lobo y generar un clima de ingobernabilidad para favorecer los nefastos planes que tiene Chávez para Honduras.
Por más esfuerzos que haga el gobierno de Honduras para lograr el reconocimiento de estos países no lo logrará mientras estén en el poder los presidentes que hoy los gobiernan. Por eso, Honduras debe concentrarse en desarrollar y consolidar sus relaciones políticas y comerciales con los países que si han otorgado el reconocimiento, que a fin de cuentas son los países más importantes para los intereses de Honduras.
Zelaya debe quedar en el pasado y Honduras debe dedicarse a desarrollar todo su inmenso potencial para salir adelante y poder dar satisfacción a todas las necesidades del pueblo. Es hora de hacer progresar a Honduras y de llevarla por caminos de prosperidad y abundancia. Honduras y su gente se merecen lo mejor.
Por: Dr. Álvaro F. Albornoz P.
Doctor en Derecho Constitucional
catrachovenezolano@gmail.com
En Honduras hay toda una discusión en torno al regreso del ex presidente Zelaya al país; y eso hace necesario plantear algunas consideraciones al respecto.
Una vez que Zelaya fue dejado en Costa Rica por las gloriosas Fuerzas Armadas hondureñas para evitar un mal mayor y preservar la democracia, tal como ya fue decidido por la honorable Corte Suprema de Justicia de Honduras, el ex presidente se empeñó en regresar al territorio catracho por todas las vías posibles hasta que pudo hacerlo por vías irregulares, como ingresa el contrabando, pudiendo entrar a la Embajada de Brasil, desde donde hizo llamados a la guerra civil y a la anarquía; los cuales gracias a Dios, no fueron atendidos por el pueblo que solo quería vivir en paz y libertad.
Al no lograr sus objetivos terroristas, Zelaya pidió que lo sacaran de Honduras, petición que fue cumplida por el actual Presidente Porfirio Lobo, y fue trasladado a República Dominicana donde se aloja cómodamente con todos los lujos y privilegios propios de un huésped de honor.
Luego, Zelaya fue nombrado por el Teniente Coronel Hugo Chávez como comisionado político de PETROCARIBE, donde, según las informaciones no desmentidas que circulan por internet, percibe un sueldo de 20.000 dólares y disfruta de un avión privado, tarjetas de crédito y viáticos. Es decir, que la suntuosa vida que lleva Zelaya es financiada con el dinero que le dejan de dar a los pobres venezolanos y que dejan de ser invertidos en hospitales, escuelas, calles e infraestructura en la hambrienta Venezuela que ni los alimentos básicos está produciendo.
Ahora el ex presidente del sombrero exige regresar a Honduras, después de haber exigido salir, pero quiere regresar sin rendirle cuentas a la justicia hondureña donde tiene pendientes varios juicios penales incoados por el Fiscal General de la República.
El comandante vaquero pretende estar por encima de la Constitución y las leyes de Honduras y todavía no se da cuenta que justamente por esa actitud que practicaba cuando era Presidente, es que fue defenestrado constitucionalmente de su cargo.
Los países comunistas de América que todavía no han reconocido al legítimo gobierno de Porfirio Lobo, exigen el retorno de Zelaya a Honduras como condición para otorgar el reconocimiento. Y ante tal petición, el Presidente Lobo accedió e incluso propuso ir a buscar personalmente a Zelaya para llevarlo a Honduras, con todas las garantías de respeto a sus derechos humanos.
Sin embargo, Mel Zelaya rechazó la proposición porque sabe que va a tener que enfrentar la justicia y responder por sus acciones. El quiere que le anulen todos los juicios sin venir a defenderse, como si eso fuese posible en un Estado de Derecho.
En definitiva, se trata de otro show del ex presidente quien no se cansa de ser el centro de atracción y quien quiere ser siempre el titular de los periódicos. En realidad, Zelaya no quiere ir a Honduras porque no le conviene.
Zelaya sabe que si entra a Honduras debe afrontar los juicios incoados en su contra, ya que existen poderes autónomos e independientes cumplidores de sus obligaciones constitucionales. Además, al ingresar, ya no podrá seguir con su “viajadera” por el mundo haciéndole daño a Honduras al inventar sus fábulas y mentiras sobre la realidad de esta nación.
El ex presidente Zelaya está consciente que no cuenta con apoyo popular ni liderazgo suficiente para poder seguir practicando la política en Honduras y que será ignorado y rechazado por la mayoría de la población y por los medios de comunicación, quienes lo consideran una mancha negra en la historia de Honduras, una página que ya se pasó, una experiencia desagradable que no se quiere repetir nunca más.
Zelaya sabe que es imposible volver al poder y quiere seguir mostrándose como un mártir por el mundo, quiere seguir viajando con el dinero de los venezolanos para despotricar de Honduras y de su gobierno. En realidad, la estrategia del comunismo internacional es desestabilizar el gobierno de Pepe Lobo y generar un clima de ingobernabilidad para favorecer los nefastos planes que tiene Chávez para Honduras.
Por más esfuerzos que haga el gobierno de Honduras para lograr el reconocimiento de estos países no lo logrará mientras estén en el poder los presidentes que hoy los gobiernan. Por eso, Honduras debe concentrarse en desarrollar y consolidar sus relaciones políticas y comerciales con los países que si han otorgado el reconocimiento, que a fin de cuentas son los países más importantes para los intereses de Honduras.
Zelaya debe quedar en el pasado y Honduras debe dedicarse a desarrollar todo su inmenso potencial para salir adelante y poder dar satisfacción a todas las necesidades del pueblo. Es hora de hacer progresar a Honduras y de llevarla por caminos de prosperidad y abundancia. Honduras y su gente se merecen lo mejor.
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