LA OEA, LA ONU Y HONDURAS
Por: Dr. Álvaro Albornoz
Doctor en Derecho Constitucional
Profesor Universitario
dr.alvaroalbornoz@gmail.com
Los terrícolas observamos con estupor, asombro e indignación las actuaciones que ha llevado a cabo la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Organización de Naciones Unidas (ONU) frente a la situación acontecida en la República de Honduras.
La OEA se ha convertido en un grupo de sátrapas comunistas amigos y chulos de las riquezas de Venezuela, que obedecen y hacen lo que les ordene su sostenedor económico, el Teniente Coronel golpista Hugo Chávez; violando el funcionamiento y la normativa que rige a ese organismo internacional.
La Carta de la Organización de los Estados Americanos señala en su artículo 19 que: “Ningún Estado o grupo de Estados tiene derecho de intervenir, directa o indirectamente, y sea cual fuere el motivo, en los asuntos internos o externos de cualquier otro. El principio anterior excluye no solamente la fuerza armada, sino también cualquier otra forma de injerencia o de tendencia atentatoria de la personalidad del Estado, de los elementos políticos, económicos y culturales que lo constituyen”.
Asimismo el artículo 20 preceptúa que “Ningún Estado podrá aplicar o estimular medidas coercitivas de carácter económico y político para forzar la voluntad soberana de otro Estado y obtener de éste ventajas de cualquier naturaleza”.
Por su parte el artículo 21 indica claramente lo siguiente: “El territorio de un Estado es inviolable; no puede ser objeto de ocupación militar ni de otras medidas de fuerza tomadas por otro Estado, directa o indirectamente, cualquiera que fuere el motivo, aun de manera temporal. No se reconocerán las adquisiciones territoriales o las ventajas especiales que se obtengan por la fuerza o por cualquier otro medio de coacción”.
En este sentido, causa vergüenza la actitud servil y nada ética del actual Secretario General de la OEA José Miguel Insulza, a quien Chávez había catalogado tiempo atrás como “pendejo”, “insulso” y otros adjetivos más. Resulta que este señor para garantizar su reelección, se ha convertido en el verdugo de Honduras y su pueblo, para conseguir el apoyo de la satrapía comunista que hoy gobierna en varios de los países latinoamericanos. Triste papel el desempeñado por Insulza en esta coyuntura, donde en vez de servir de mediador o conciliador, actúa como juez parcializado con una de las partes involucradas y violando el principio de soberanía y autodeterminación de los pueblos y el principio de no injerencia en asuntos internos, que tanto defienden los sátrapas cuando los organismos internacionales denuncian las gravísimas y reiteradas violaciones a los derechos humanos que cometen en sus naciones.
La hipocresía y el cinismo con que actúan estos autócratas del siglo XXI no tienen parangón con nada. Exigieron el cese del bloqueo económico a Cuba, que es un país con una dictadura asesina y corrupta desde hace más de 50 años, y ahora exigen un bloqueo económico a Honduras, donde existe una plena y perfecta democracia apegada a la letra de su Constitución. Por otra parte, pidieron el regreso de la tiranía Cubana a la OEA y ahora piden la expulsión de la República democrática de Honduras. Es el mundo al revés, donde los buenos son los malos y los malos son los buenos. La OEA debe pronunciarse contra los verdaderos golpes de Estado y contra las violaciones de derechos humanos que ocurren en algunos de sus países miembros. Por ejemplo, deben pronunciarse con respecto al golpe a la Constitución que permanentemente hace Chávez en Venezuela; deben pronunciarse con respecto al despojo de competencias, recursos, bienes e instituciones de que fue víctima el Alcalde Metropolitano de Caracas Antonio Ledezma, quien fue electo por votación popular y mayoritaria; para entregárselos a una Jefa de Gobierno designada a dedo por Chávez, sin elección popular alguna y violando flagrantemente nuestra Constitución y las Leyes. ¿Por qué la OEA no se pronuncia en relación a los atropellos y persecuciones de que son víctimas los periodistas y medios de comunicación venezolanos, como por ejemplo Globovisión y RCTV?, ¿Por qué la OEA no se pronuncia con respecto a las bombas lacrimógenas que lanzan la Guardia Nacional y la Policía Metropolitana en las manifestaciones pacíficas y democráticas que realiza la oposición venezolana? ¿Por qué la OEA no fija posición en cuanto a la violación al principio de descentralización consagrado en nuestra Constitución? ¿Por qué la OEA no se pronuncia en el caso de los comisarios de la policía metropolitana que siendo inocentes fueron condenados a 30 años de presidio en un juicio amañado? Y pare usted de contar los pronunciamientos que debería hacer la OEA frente a tantas violaciones de derechos humanos que ocurren en Venezuela y que son silenciados a nivel internacional con la jugosa petrochequera, sustentadora de parásitos y chulos desvergonzados.
En cuanto a la ONU, debería fijar más su atención en Zimbabwe donde hay un dictador asesino y corrupto que tiene sometido a su pueblo a la más voraz inflación del mundo, generando miseria, hambre y muerte, y que a través del fraude electoral y de la intimidación continúa en el poder. La ONU debería fijar su atención también en Venezuela y averiguar las graves denuncias sobre apoyo a grupos terroristas, a las FARC, y al narcotráfico entre otros. La ONU debe garantizar el respeto a la decisión soberana de un pequeño país como Honduras pero grande en dignidad y coraje, de vivir en paz y en apego a su Constitución.
La ONU y la OEA deben impedir que esta jauría de bárbaros imponga su plan macabro para aislar al pueblo de Honduras y bloquearlo económicamente, sin justificación alguna.
En Honduras, se dio una sucesión presidencial apegada al derecho de ese país, con apoyo de absolutamente todos los Poderes Públicos y de todas las instituciones que hacen vida en esa gran nación, con apoyo de todos los partidos políticos, incluido el del ex presidente Zelaya, con apoyo de las Iglesias, de la Fuerza Armada Nacional en pleno y con el apoyo mayoritario del pueblo que se ha desbordado en las manifestaciones de calle en apoyo al nuevo gobierno y en rechazo al castro comunismo chavista que representa el sustituido presidente, imputado de la comisión de múltiples delitos por la Fiscalía de Honduras, de acuerdo a su legislación penal.
El mundo debe dejar que Honduras siga el rumbo que decidió, que vivan en paz y con sus instituciones funcionando de manera autónoma e independiente. Imponer la restitución de Zelaya si sería un golpe de Estado, sería una intromisión indebida en asuntos internos contrariando la voluntad mayoritaria de los hondureños.
En realidad, los insensatos presidentes que están detrás de todo este plan diabólico y perverso, lo único que temen es que les suceda lo mismo en sus países; tienen miedo a que algún día las instituciones de los poderes públicos reaccionen o dejen de ser tan serviles y conchupantes y hagan cumplir sus Constituciones violadas groseramente por estos autócratas corruptos del siglo XXI.
Honduras, su pueblo y sus Instituciones han demostrado una magnanimidad, una grandeza, un coraje, una dignidad, una valentía, una rectitud, una ética y un respeto a su Constitución, inigualable en el mundo contemporáneo. Hoy los hondureños son los protagonistas de la democracia, son los campeones de la libertad y del decoro. ///
Muchas gracias por su apoyo Dr. Albornoz. Sus palabras nos fortalecen para seguir adelante y no desmayar en este reto que tenemos por delante. Algún día la comunidad internacional se dará cuenta que tenemos la razón al expulsar de nuestro País a ese vendepatria de Manuel Zelaya. Con afecto, Segio Portillo, Hondureño residente en San Pedro Sula.
ResponderEliminarMuchas gracias por su apoyo Dr. Albornoz. Sus palabras nos fortalecen para seguir adelante y enfrentar los desafios que nos vienen. Algún día la comunidad internacional nos dará la razón del porque expulsamos del País al vendepatria de Manuel Zelaya. Con afecto, un hondureño residente en San Pedro Sula, Honduras.
ResponderEliminarSergio Portillo
Muchas Gracias por su apoyo. Es bueno saber que no estamos solos.
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