viernes, 6 de febrero de 2009

TODOS CONTRA LA REELECCION INDEFINIDA

Por: Álvaro F. Albornoz P.
Doctor en Derecho Constitucional
Profesor Universitario

El Teniente Coronel Hugo Chávez, quien ejerce la presidencia de Venezuela, en sus ansias de poder ha propuesto una enmienda constitucional que permita su reelección indefinida, vulnerando la voluntad popular que se expresó el 2 de diciembre de 2007, cuando el pueblo mayoritariamente votó en contra de la reforma constitucional que, entre otras cosas, contenía la reelección indefinida o perpetua.
Desde el punto de vista jurídico, de conformidad con el artículo 345 de la Constitución, la iniciativa de reforma constitucional que no sea aprobada, no podrá presentarse de nuevo en un mismo período constitucional a la Asamblea Nacional. Lo que quiere decir, que la propuesta de la reelección indefinida, ya rechazada por el pueblo, jurídicamente hablando, no puede volver a presentarse ahora bajo la figura de la enmienda, ya que eso constituye un fraude constitucional, una violación a la carta magna y una burla a la voluntad popular.
Por otra parte, nuestra actual Constitución, en su artículo 6, consagra que el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela es y será siempre democrático, alternativo y pluralista.
En este sentido, tenemos que la alternabilidad es la posibilidad real de que los gobernantes cambien periódicamente mediante mecanismos legales, principalmente electorales, a fin de que determinados partidos o personas no se perpetúen en el poder, lo cual es por esencia antidemocrático. Podemos afirmar que este rasgo es expresión concreta de la llamada pluralidad, y supone la existencia de partidos políticos con diferentes doctrinas ideológicas que aspiran al poder, y que generalmente se alternan en su ejercicio según lo determine el pueblo mediante las elecciones periódicas, libres y transparentes.
Los gobiernos democráticos, constitucionales, republicanos, pero sobre todo decentes, no deben ser de décadas ni mucho menos eternos. La alternabilidad o alternancia, en sí misma, se justifica con facilidad. El constitucionalista Duverger, decía que es una medida precautelar contra la tendencia opresora de aquellos que se entronizan en el Poder. También lo decía Simón Bolívar en su famosa frase del Discurso de Angostura que todos conocemos: “Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo a un mismo ciudadano en el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo; de donde se origina la usurpación y la tiranía. Un justo celo es la garantía de la libertad republicana, y nuestros ciudadanos deben temer con sobrada justicia que el mismo magistrado que los ha mandado mucho tiempo, los mande perpetuamente”. Pero también está la necesidad de rendición de cuentas por parte del gobernante. Un presidente que sabe que permanecerá mucho tiempo en el poder, tiende a administrar los recursos con impudicia, porque de confirmarse su continuismo, está seguro que no tendrá que rendirle cuentas a nadie de sus arbitrariedades y desmanes.
Una de las características básicas de todo gobierno medianamente civilizado, es sin dudas, la alternabilidad democrática. La alternabilidad, es la renovación, el refrescamiento, es el oxígeno limpio que nutre los pulmones de la libertad y la democracia. Lo opuesto a este principio republicano, son las pretensiones de perpetuidad en el poder, es el impedir un relevo en la conducción del país.
Así tenemos, entonces, que la reelección indefinida o perpetua, atenta contra los principios básicos de una democracia y contra los propios cimientos de la República. Por lo que esta propuesta de enmienda constitucional vulnera lo estipulado en el artículo 340 de la Carta Magna cuando señala que la enmienda no puede alterar la estructura fundamental de la Constitución. Es obvio, que la enmienda propuesta por Chávez modifica la forma de gobierno republicana y altera la democracia en Venezuela.
Ahora bien, sabemos que en nuestro país, lamentablemente no existe independencia de poderes ni autonomía, por lo que el Presidente no tendrá algún impedimento jurídico ni institucional por parte de ninguno de los órganos del Poder Público llamados a impedir esta violación al orden constitucional; por el contrario, facilitarán el camino para que este nuevo atropello se lleve a cabo en el menor tiempo posible.
Bajo estas circunstancias, sólo nos queda a los ciudadanos ejercer el control político a través del sufragio, por lo que debemos organizarnos inmediatamente para hacerle frente a estas pretensiones hegemónicas y desmesuradas de poder. Debemos explicarles pedagógicamente a los seguidores del proceso revolucionario las graves consecuencias que traería la aprobación de esta enmienda y debemos convencer al resto de la sociedad de lo importante de su participación activa y decidida en esta nueva batalla a la que se nos somete. Está en juego la República y la Democracia, TODOS debemos unirnos contra la enmienda que propone la reelección indefinida. Desafortunadamente, Chávez nos arruina la navidad, pero no nos arruinará nuestro futuro!!!

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